5 junio 2009
5
05
/06
/junio
/2009
23:38
Ricardo y yo éramos los mejores amigos, íbamos juntos a todas partes. Él era el tipo rudo y me había tomado bajo su protección, yo era el chavo estudioso con buenas calificaciones y lo ayudava a estudiar y con la tarea.
Pasábamos muchas horas platicando de cualquier cosa, casi siempre sobre chicas, fantasías y sexo. Yo ya había tenido sexo con un primo y lo hacíamos desde hace tiempo, cuando platicaba con mi amigo tenía que cambiar un poco la historia un poco para hacer parecer que en lugar de estar con otro hombre, habia estado con alguna chica.
Un verano fuimos a una cabaña que tienen sus papás en el bosque. íbamos a estar los 2 solos, asi que él saco una botella de vino y comenzamos a tomar mientras jugabamos y platicábamos. Muy rápido nos pusimos borrachos y la conversación sobre el sexo se subío de tono cuando comenzamos a actuar uno con el otro como nos gustava hacerlo. Aunque los dos estabamos completamente vestidos, me resultó increíble y erótico estar en esa situación con él, mi mente se volvió totalmente loca imaginado que era de verdad el juego. Yo ya estaba erecto como mástil y Ricardo también, no era necesario verlo, podpia sentir su pene rozando mi cuerpo.
Ya muy tarde, Ricardo se quedó dormido sobre mi hombro sobre el sillon mirando una película. Yo estava muy ebrio y caliente, mi mente estaba llena de imágenes y fantásias de estar con mi hermosos amigo. Casi como si mi mano tuviera vida propia, me desabroché el pantalón, me saque el peney comencé a masturbarme ahí mismo y con el nervio de saber que Ricardo podría despertarce en cualquier momento. cerré los ojos e imaginé que estaba estaba teniendo sexo con él en todas las posiciones. De pronto me vine en tremendo orgasmo y luego me quede dormido.
Al otro día, cuando desperté, estaba solo en el sillón. De prontó recordé lo que había hecho la noche anterior y con preocupación me apuré a revisar todo, para mi sorpresa, estava totalmente vestido y no había rastros de semen ni sobre mi ropa, ni sobre ningun lado, hasta me quedé con la duda si lo había hecho en verdad o solo lo soñe. En eso me llégo el delicioso olor del desayuno. Me levanté y Ricardo estaba preparando algo de comer, ya estaban servidos 2 platos, así que me senté a la mesa y comencé a devorar unos huevos estrellados.
Mi amigo se sento despues y nos saludamos con un gruñido- "¡Que buena estuvo la peda de ayer!", me dijo. Yo asentí con la caveza y seguí comiendo. En eso, sin razón aparente, Ricardo hizo un comentario:
-Eresa todo dar, me cae que si me gustaran los hombres me gustaría ser tu novio.
Ese comentario me dejó helado, pero trate de sequir actuando con naturalidad y le respondí:
-No digas tonterías.
-No son tonterías, en verdad, a mí no me importaría si te gustan los mhombres -respondió él.
Traté de seguir comiendo como si no hubiera oído el comentario, pero la verdad es que estaba bastante nervioso y casi temblaban mis manos, me entró el pánico sólo de pensar que Ricardo ya se hubiera dado cuenta de que me gustavan los hombres y peor aún, que hubiera estado viendo lo que hice.
Yo prefiero ser tu amigo que tu novio, le dije en tono de burla y me reí nerviosamente. Pues si yo tuviera sexo con un hombre, sería contigo, volvió a decir. Yo preferí no volver a decir nada, la verdad es que mi pene ya estaba duro como roca, sobre todo por que recordé que estabamos solos y que íbamos a pasar así todo el fin de semana, sin adultos que nos vieran, y si Ricardo realmente quería experimentar, yo estaba totalmente dispuesto a hacerlo con él.
Terminé de desayunara y me metí a la recámara. Me desvestí y me metí a la regadera, en verdad necesitaba darme un baño de agua caliente despúes de la noche tan fatal. Estyaba disfrutando de la regadera cuando Ricardo entró a la habitación, como dejé la puerta del baño abierta, podía escucharlo caminando por el cuarto, abriendo y cerrando cajones. Cuando de pronto siento un aire frío, y al voltear lo veo totalmente desnudo adentro del baño, conmigo. No pude evitar recorrer su cuerpo con la mirada, era la primwera vez que lo veía totalmente sin ropa y me sorprendió lo bello que era su cuerpo, delgado, aunque era de los más fuertes de la escuela y bien marcado, sin bello.
Extendió su brazo y yo me quede parado sin saber qué hacer, me empujó suavemente y me dijo:
-Hazte a un lado, tengo frío y se metió a la regadera.
Yo tomé el jabón y me seguí bañando como si nada, pero la tensión se volvió demasiada, soló podía imaginarme agachándome para chuparcela, lo cual hizo que me comensara a poner erecto. Nerviosamente, traté de darle la espalda para no mirarlo y que él no se diera cuenta de que ya estaba con tremenda erección. Me pidió que le pasara el jabón y cuando miré, él también estaba totalmente erecto de frente a mi. Su pene era muy grueso, de tamaño normal, con una cabeza enorme color roja con más vello que yo.
Ricardo tomó el jabón y comenzo a pasarmelo suavemente por los hombros y el pecho. Mi corazón latía a mil por hora, tanto que casi se salía de mi pecho, mis rodillas temblaban y ya no sabía si era por frío o por los nervios. Finalmente, Ricardo se atrevió a bajar las manos y tomarme del pene. Sus dedos se deslizaron lentamente desde el glande hasta los testículos, la sensación con el jabón fue tan intensa que me provóco cerrar los ojos y suspirar. Despúes me jaló fuerte contra su cuerpo y comenzóa masajearme con fuerza las nalgas, su cuerpo enjabonado, resbalando contra el mió, se sentía como la gloria y también lo abracé acariciando su espalda y sus nalgas.
Estábamos frotando nuestros cuerpos uno contra el otro casi hipnotizados, yo soy más alto que él, entonces su pene entró por accidente entre mis piernas y comenzó a moverse por debajo de mis testículos, hacia adentro y hacia afuera. Yo apreté los muslos uno contra el otro para hacer el hueco más estrecho y que sintiera más placer. De pronto, comencé a sentir cómo su verga se estremecía bombeando chorros de espeso semen por entre mis piernas, chorreando mis testículos y mis nalgas.Casi asustado, Carlos se despegó de mí, se limpió rápidamente con jabón y salió de la regadera. Yo me quéde todo confundido y aún exitado sin comprender lo que habá pasado.
Tomé mi tiempo para gterminar de ducharme y cuando salí, Ricardo estaba sobre la cama, con su trusa blanca puesta y acostado boca abajo. Yo no sabía si acercarme o no, tenía miedo de que reaccionara mal. Entré dando pasos tímidos cuando me dijo:
-¡Lo siento!
-No, esta bién, le respondí.
-No quería venirme tan rápido, pero me exitas demasiado- dijo.
-Yo pence que no te había gustado.
-Le dije, y no respondió.
Ya con mas confianza, me sente sobre la cama. Yo aún estava desnudo, solo con la toalla alrededor de mi cintura. Puse mi mano sobre su hombro y lo acaricié suavemente, él me miró y acercó su cara lentamente hacia la mía, yo cerré los ojos y él me tomó por la nuca y me jaló hasta que mis labios se fundieron en un profundo y eterno beso. Di un pequeño gemido al abrir mis labios y él me metió la lengua en la boca, era la primera vez que yo besaba a un hombre y estaba tan exitado. El beso fue eterno, cambiamos de posiciones varias veces sin despegarnos. Yo no creía que en verdad estubiera fajando asi con mi mejor amigo, mis manos acariciaron su cuello, sus orejas y sus mejillas
Pasábamos muchas horas platicando de cualquier cosa, casi siempre sobre chicas, fantasías y sexo. Yo ya había tenido sexo con un primo y lo hacíamos desde hace tiempo, cuando platicaba con mi amigo tenía que cambiar un poco la historia un poco para hacer parecer que en lugar de estar con otro hombre, habia estado con alguna chica.
Un verano fuimos a una cabaña que tienen sus papás en el bosque. íbamos a estar los 2 solos, asi que él saco una botella de vino y comenzamos a tomar mientras jugabamos y platicábamos. Muy rápido nos pusimos borrachos y la conversación sobre el sexo se subío de tono cuando comenzamos a actuar uno con el otro como nos gustava hacerlo. Aunque los dos estabamos completamente vestidos, me resultó increíble y erótico estar en esa situación con él, mi mente se volvió totalmente loca imaginado que era de verdad el juego. Yo ya estaba erecto como mástil y Ricardo también, no era necesario verlo, podpia sentir su pene rozando mi cuerpo.
Ya muy tarde, Ricardo se quedó dormido sobre mi hombro sobre el sillon mirando una película. Yo estava muy ebrio y caliente, mi mente estaba llena de imágenes y fantásias de estar con mi hermosos amigo. Casi como si mi mano tuviera vida propia, me desabroché el pantalón, me saque el peney comencé a masturbarme ahí mismo y con el nervio de saber que Ricardo podría despertarce en cualquier momento. cerré los ojos e imaginé que estaba estaba teniendo sexo con él en todas las posiciones. De pronto me vine en tremendo orgasmo y luego me quede dormido.
Al otro día, cuando desperté, estaba solo en el sillón. De prontó recordé lo que había hecho la noche anterior y con preocupación me apuré a revisar todo, para mi sorpresa, estava totalmente vestido y no había rastros de semen ni sobre mi ropa, ni sobre ningun lado, hasta me quedé con la duda si lo había hecho en verdad o solo lo soñe. En eso me llégo el delicioso olor del desayuno. Me levanté y Ricardo estaba preparando algo de comer, ya estaban servidos 2 platos, así que me senté a la mesa y comencé a devorar unos huevos estrellados.
Mi amigo se sento despues y nos saludamos con un gruñido- "¡Que buena estuvo la peda de ayer!", me dijo. Yo asentí con la caveza y seguí comiendo. En eso, sin razón aparente, Ricardo hizo un comentario:
-Eresa todo dar, me cae que si me gustaran los hombres me gustaría ser tu novio.
Ese comentario me dejó helado, pero trate de sequir actuando con naturalidad y le respondí:
-No digas tonterías.
-No son tonterías, en verdad, a mí no me importaría si te gustan los mhombres -respondió él.
Traté de seguir comiendo como si no hubiera oído el comentario, pero la verdad es que estaba bastante nervioso y casi temblaban mis manos, me entró el pánico sólo de pensar que Ricardo ya se hubiera dado cuenta de que me gustavan los hombres y peor aún, que hubiera estado viendo lo que hice.
Yo prefiero ser tu amigo que tu novio, le dije en tono de burla y me reí nerviosamente. Pues si yo tuviera sexo con un hombre, sería contigo, volvió a decir. Yo preferí no volver a decir nada, la verdad es que mi pene ya estaba duro como roca, sobre todo por que recordé que estabamos solos y que íbamos a pasar así todo el fin de semana, sin adultos que nos vieran, y si Ricardo realmente quería experimentar, yo estaba totalmente dispuesto a hacerlo con él.
Terminé de desayunara y me metí a la recámara. Me desvestí y me metí a la regadera, en verdad necesitaba darme un baño de agua caliente despúes de la noche tan fatal. Estyaba disfrutando de la regadera cuando Ricardo entró a la habitación, como dejé la puerta del baño abierta, podía escucharlo caminando por el cuarto, abriendo y cerrando cajones. Cuando de pronto siento un aire frío, y al voltear lo veo totalmente desnudo adentro del baño, conmigo. No pude evitar recorrer su cuerpo con la mirada, era la primwera vez que lo veía totalmente sin ropa y me sorprendió lo bello que era su cuerpo, delgado, aunque era de los más fuertes de la escuela y bien marcado, sin bello.
Extendió su brazo y yo me quede parado sin saber qué hacer, me empujó suavemente y me dijo:
-Hazte a un lado, tengo frío y se metió a la regadera.
Yo tomé el jabón y me seguí bañando como si nada, pero la tensión se volvió demasiada, soló podía imaginarme agachándome para chuparcela, lo cual hizo que me comensara a poner erecto. Nerviosamente, traté de darle la espalda para no mirarlo y que él no se diera cuenta de que ya estaba con tremenda erección. Me pidió que le pasara el jabón y cuando miré, él también estaba totalmente erecto de frente a mi. Su pene era muy grueso, de tamaño normal, con una cabeza enorme color roja con más vello que yo.
Ricardo tomó el jabón y comenzo a pasarmelo suavemente por los hombros y el pecho. Mi corazón latía a mil por hora, tanto que casi se salía de mi pecho, mis rodillas temblaban y ya no sabía si era por frío o por los nervios. Finalmente, Ricardo se atrevió a bajar las manos y tomarme del pene. Sus dedos se deslizaron lentamente desde el glande hasta los testículos, la sensación con el jabón fue tan intensa que me provóco cerrar los ojos y suspirar. Despúes me jaló fuerte contra su cuerpo y comenzóa masajearme con fuerza las nalgas, su cuerpo enjabonado, resbalando contra el mió, se sentía como la gloria y también lo abracé acariciando su espalda y sus nalgas.
Estábamos frotando nuestros cuerpos uno contra el otro casi hipnotizados, yo soy más alto que él, entonces su pene entró por accidente entre mis piernas y comenzó a moverse por debajo de mis testículos, hacia adentro y hacia afuera. Yo apreté los muslos uno contra el otro para hacer el hueco más estrecho y que sintiera más placer. De pronto, comencé a sentir cómo su verga se estremecía bombeando chorros de espeso semen por entre mis piernas, chorreando mis testículos y mis nalgas.Casi asustado, Carlos se despegó de mí, se limpió rápidamente con jabón y salió de la regadera. Yo me quéde todo confundido y aún exitado sin comprender lo que habá pasado.
Tomé mi tiempo para gterminar de ducharme y cuando salí, Ricardo estaba sobre la cama, con su trusa blanca puesta y acostado boca abajo. Yo no sabía si acercarme o no, tenía miedo de que reaccionara mal. Entré dando pasos tímidos cuando me dijo:
-¡Lo siento!
-No, esta bién, le respondí.
-No quería venirme tan rápido, pero me exitas demasiado- dijo.
-Yo pence que no te había gustado.
-Le dije, y no respondió.
Ya con mas confianza, me sente sobre la cama. Yo aún estava desnudo, solo con la toalla alrededor de mi cintura. Puse mi mano sobre su hombro y lo acaricié suavemente, él me miró y acercó su cara lentamente hacia la mía, yo cerré los ojos y él me tomó por la nuca y me jaló hasta que mis labios se fundieron en un profundo y eterno beso. Di un pequeño gemido al abrir mis labios y él me metió la lengua en la boca, era la primera vez que yo besaba a un hombre y estaba tan exitado. El beso fue eterno, cambiamos de posiciones varias veces sin despegarnos. Yo no creía que en verdad estubiera fajando asi con mi mejor amigo, mis manos acariciaron su cuello, sus orejas y sus mejillas